Lo malo de ser profesor es que no puedes estar un día en "baja forma", tienes que estar al 100% practicamente todos los días y todo el tiempo.
En otros trabajos que no sean cara al público o de formación puedes estar una hora más relajado, o adelantar trabajo de alguna manera y luego estar más tranquilo pero en el trabajo de profesor no, tienes que estar casi al 100% todos los días y casi al 100% todo el tiempo, ya que los alumnos lo "huelen" y aprovechan la mínima para salirse con la suya.
El día que estás más de bajón, con menos ganas lo pasas algo mal porque lo notas, notas que las clases no te salen de la misma forma, notas que no tienes el mismo entusiasmo cuando explicas algo y esto lo notan los alumnos y sobre todo se les contagia esa desgana. Al contrario de cuando vas con motivación e ilusión que también se les contagia a ellos estas emociones.
¿Solución en estos días? Poner algunos ejercicios en clase y que trabajen y así poder evadirte un poco dentro de la clase para poder coger fuerzas para después.
2 comentarios:
Tiene cosas buenas y es muy gratificante y cosas malas como tú ya sabrás.
Y es cierto, los alumnos como dices tú "huelen" tu ánimo y tus emociones y se les contagian. No es lo mismo ir muy alegre y con ganas que triste o enfadado por algo que te ha pasado. Cuánta importancia de la Inteligencia Emocional como hablas en tu blog en la educación haría falta.
Besos. Marta
Gracias Marta, es complicado y estoy empezando así que todos los comentarios de apoyo son bienvenidos :)
¡Seguiremos comentando por aquí!
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