Muy interesante ésta frase. Y a la vez complicada para debatir. Y es que, a mi juicio, saber lo que se quiere es una tarea muy difícil, primero porque "querer" en sí mismo tiene un significado muy general, que se puede entremezclar con amar, con desear, e incluso con "gustar"... A veces sabemos lo que queremos hasta que lo tenemos, y entonces ya no lo queremos, y aunque no se cumpla siempre, es muy propio de la naturaleza humana. Por supuesto otras veces comprobamos por varias veces que algo nos ha gustado, y determinamos que nos gustará por siempre, y eso ya si que es una "apuesta más segura". A partir de ahí, a mi entender, podemos empezar a introducir el otro factor: el del gusto por presumir. Que para mí ya es un asunto digno de ser abordado desde la psicología, y habría aficiones o pasiones a las que nos enganchamos, en mayor o menor medida propiciadas por un deseo de ser como aquel o aquellos que han despertado nuestra admiración. Mientras que habría otro tipo de aficiones que no necesitamos tanto que los demás sepan de nuestra afición. Creo que nadie puede desprenderse por completo de su orgullo, o su necesidad de presumir, aunque unos lo hagan en mayor medida que otros, o con mayor o menor auto-control de la situación.
Me gusta tu reflexión Diego Benito :) Yo también pienso que es complicado desprenderse del orgullo y de esa faceta de agradar a los demás, es complicado, al menos para mí, no pensarlo.
Da para un buen debate sí señor jeje.
¡Un abrazo y que vayan bien las escaladas y el PER! ;)
2 comentarios:
Muy interesante ésta frase. Y a la vez complicada para debatir. Y es que, a mi juicio, saber lo que se quiere es una tarea muy difícil, primero porque "querer" en sí mismo tiene un significado muy general, que se puede entremezclar con amar, con desear, e incluso con "gustar"...
A veces sabemos lo que queremos hasta que lo tenemos, y entonces ya no lo queremos, y aunque no se cumpla siempre, es muy propio de la naturaleza humana.
Por supuesto otras veces comprobamos por varias veces que algo nos ha gustado, y determinamos que nos gustará por siempre, y eso ya si que es una "apuesta más segura".
A partir de ahí, a mi entender, podemos empezar a introducir el otro factor: el del gusto por presumir. Que para mí ya es un asunto digno de ser abordado desde la psicología, y habría aficiones o pasiones a las que nos enganchamos, en mayor o menor medida propiciadas por un deseo de ser como aquel o aquellos que han despertado nuestra admiración. Mientras que habría otro tipo de aficiones que no necesitamos tanto que los demás sepan de nuestra afición.
Creo que nadie puede desprenderse por completo de su orgullo, o su necesidad de presumir, aunque unos lo hagan en mayor medida que otros, o con mayor o menor auto-control de la situación.
No sé si va por ahí el sentido de la pregunta...
Me gusta tu reflexión Diego Benito :) Yo también pienso que es complicado desprenderse del orgullo y de esa faceta de agradar a los demás, es complicado, al menos para mí, no pensarlo.
Da para un buen debate sí señor jeje.
¡Un abrazo y que vayan bien las escaladas y el PER! ;)
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