“Nadie puede volver atrás e iniciar un nuevo comienzo, pero cualquiera puede comenzar hoy mismo y escribir un nuevo final” – Maria Robinson.
Aún somos
jóvenes y no nos hemos dado cuenta de muchas de las cosas que tenemos
que cambiar en nuestra vida si realmente queremos ser felices. Estas son
19 de esas cosas.
1. Deja de malgastar tu tiempo con la gente equivocada.
La vida es demasiado corta para que la
pases con gente que no te hace del todo feliz. Debemos darnos cuenta de
que si alguien nos quiere en su vida, él o ella nos hará un hueco y no
tendremos que pelear ni comernos la cabeza para intentar captar su
atención. Debemos darnos cuenta de que los verdaderos amigos no son
aquellos que están ahí cuando mejor te está yendo todo, sino los que
están contigo cuando estás – como diría Love of Lesbian - en tus infiernos.
Y también deja de perder tiempo
justificándote ante los demás. En realidad no te servirá de nada, porque
tus amigos de verdad no necesitarán que te justifiques y tus enemigos
no te creerán.
2. Huir de tus problemas no harán que desaparezcan.
No es fácil afrontarlos pero es la única
solución posible para poder olvidarte de ellos para siempre. Algunos
llevarán tiempo, nadie está preprogramado para solucionar los problemas
al instante ni vivimos en el mundo de J.K. Rowling para poder hacerlos
desaparecer moviendo una varita mágica – ojalá. Es más, estamos
hechos para cabrearnos, poner el grito en el cielo y tropezar
continuamente. Al fin y al cabo debemos darnos cuenta de que la vida es
así, afrontas los problemas, aprendes y te adaptas para que los
siguientes golpes no sean tan duros. La actitud que tomas ante los
problemas es la misma que tomas ante la vida, y esa es la actitud que
define lo que somos.
3. Engañarte a ti mismo no te servirá de nada.
Podrás engañar a cualquier persona del mundo y poner una sonrisa en tu cara de “no me pasa nada, estoy bien”
aunque realmente no sea así. Podrás engañarlos a ellos, pero no a ti.
Debemos darnos cuenta de que sólo podremos ser verdaderamente felices
cuando seamos capaces de correr riesgos como el de ser honestos con
nosotros mismos.
4. No dejes tu propia felicidad para el final.
Se ha dicho mucho de nuestra generación, nos han llamado creídos, prepotentes y egoístas,
pero todos sabemos que muchas veces anteponemos la felicidad de otros
antes que la nuestra. Sólo por el hecho de verles felices podemos estar
sufriendo por dentro. Debemos darnos cuenta de que nosotros también
somos especiales, y que está claro que debes ayudar a los demás, pero
ayúdate también a ti mismo.
5. Deja de intentar ser quien no eres.
Lamentablemente vivimos en un mundo de
envidias constantes y en el que todas las personas tienen una opinión
sobre ti e intentan convertirte en otra persona. Debemos darnos cuenta
de que siempre nos vamos a encontrar con alguien más joven, más
inteligente y más guapo/a que tú. Eso es así. Cambiar para que los demás
te acepten no servirá de nada, porque las personas que realmente
quieran estar contigo querrán estar con tu YO auténtico.
6. Deja de vivir el pasado y empieza a vivir el ahora.
Debemos darnos cuenta de que nunca
podremos iniciar un nuevo capítulo en nuestra vida si estamos leyendo y
releyendo el anterior. Hay veces que no vale sólo con pasar de página,
la solución está en cambiar directamente de libro.
7. No te asustes por cometer errores.
Woody Allen lo dejó bastante claro
diciendo que si no te equivocas de vez en cuando, quiere decir que no
estás aprovechando todas tus oportunidades. Debemos darnos cuenta de que
hacer algo y equivocarnos es mucho mejor que no hacer nada. Al final,
te arrepentirás más de las cosas que NO hiciste que de aquellas que sí
hiciste.
8. La felicidad no es algo que puedas comprar.
Es cierto que muchas de las cosas que
queremos son caras. Parece ser que todo el mundo quiere tener el mejor
coche, la mejor casa o la televisión más grande de la tienda, pero
debemos darnos cuenta de que las cosas que realmente nos van a hacer
felices son gratis. Lo esencial es invisible a los ojos que decía El Principito.
9. Deja de buscar la felicidad en los demás.
Por mucho que la busques nunca serás
capaz de encontrarla si no estás a gusto contigo mismo. Debemos darnos
cuenta de que muchas veces buscamos a nuestra media naranja porque
así podremos estar completos, pero el primer paso es aceptarte a ti
mismo como eres y estar listo para compartir tu felicidad con alguien
más.
10. Nadie está listo.
Debemos dejar de pensar que no estamos
listos porque la realidad es que nadie lo está al cien por cien cuando
se le presenta un oportunidad. Lo cierto es que la mayoría de las
oportunidades que pasarán por delante de nosotros nos obligarán a salir
de nuestra zona de confort, nos obligarán a viajar y/o nos obligará a
tener que dejar a alguien querido atrás.
11. Deja de rechazar nuevas (posibles) relaciones por tu pasado.
A todos nos han roto el corazón. Eso es
una verdad innegable y aquella persona que te está pidiendo quedar por
WhatsApp también ha pasado por ello. Debemos darnos cuenta de que
rechazar nuevas relaciones sólo porque las anteriores no salieron como
esperábamos nos cerrará muchas puertas a aventuras que nunca imaginamos.
A medida que vamos creciendo nos vamos dando cuenta de que conocemos a
las personas por un motivo. Algunas te usarán, otras te probarán y otras
te enseñarán, pero hay veces que tendrás que arriesgarte, porque si
habrá alguien que sacará lo mejor de ti.
12. Basta ya de lamentos.
Debemos darnos cuenta de que la vida nos
plantea dificultades por una razón y que lamentarnos y
autocompadecernos continuamente no sirve de nada. Estas dificultades
están ahí para que vayamos orientando nuestro camino hacia allí donde
queremos ir. No lo solemos ver cuando estos problemas están delante
pero, piensa un momento en esas dificultades a las que hiciste frente en
el pasado. Te darás cuenta de que, casualmente, te llevaron a un lugar,
a una persona o a una situación mejor. Sonríe, es la mejor manera de ahuyentar a los problemas.
13. Olvídate de los rencores.
Déjalos de lado y deja hueco para
aquellas cosas más importantes. Debemos darnos cuenta de que los
rencores acabarán haciéndonos más daño a nosotros que a las personas que
odiamos. Perdonar no es sinónimo de “no me importa lo que me hiciste” sino de “no pienso dejar que eso que me hiciste me impida ser feliz“.
También debemos darnos cuenta de que el perdón también se refiere a
nosotros mismos, si tienes que hacerlo, pasa página y trata de hacerlo
mejor la próxima vez.
14. Deja de ignorar la belleza escondida en los pequeños detalles.
Los detalles son los que marcan la
diferencia. De hecho, debemos darnos cuenta de que son esas pequeñas
cosas las que con el paso del tiempo se convierten en algo grande. La
mayor parte de nuestra vida será un puzzle de pequeños detalles y
momentos que pasas sonriendo con la gente que verdaderamente te importa.
15. Actuar como si todo estuviese bien no te dará un Oscar.
Leonardo no lo tiene y a ti tampoco te
van a dar un Oscar por aparentar que todo está bien cuando en realidad
no es así. Debemos darnos cuenta de que no pasa nada porque un día nos
derrumbemos. En esos momentos lo que menos te tiene que preocupar es lo
que piensen los demás: si tienes que llorar, hazlo; cuanto antes te
desahogues, antes volverás a sonreír.
16. Deja de hacer lo mismo una y otra vez.
Si sigues haciendo lo que haces, seguirás consiguiendo lo que has conseguido hasta ahora.
17. Los demás no siempre son la causa de tus problemas.
Debemos darnos cuenta de que sólo hay
una probabilidad de que alcancemos nuestro sueño y que ella pasa por ser
autocríticos y responsables de todo lo que pasa por nuestra vida.
Cuando culpas a los demás de tus problemas significa que estás negando
tu parte de responsabilidad, lo que significa que los demás tienen
bastante más poder sobre tu vida que tú mismo.
18. Las preocupaciones nos impiden disfrutar del hoy.
Problemas tenemos todos los días, pero
el hecho de que estés preocupándote continuamente por ellos no harán que
se vayan, lo único que vas a conseguir es dejar de prestar atención a
lo que te está pasando hoy. Un sencillo método para saber si algo merece
que te preocupes como solemos hacer es preguntarnos “¿Esto importará
tanto dentro de un año? ¿Y de cinco?”; Si la respuesta es que no, no
merece la pena.
19. Hay que dejar de intentar serlo TODO para todos.
Es imposible. No hay vuelta de hoja.
Debemos darnos cuenta de que si seguimos intentando ser TODO para cada
una de las personas que hay a nuestro alrededor lo más probable es que
no podamos serlo (y acabarás bastante quemado). Pero debemos darnos
cuenta de que hacer sonreír a una persona pueda cambiar el mundo. No el
mundo entero, no, pero sí el de esa persona que te está esperando.
Fuente: theidealist
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