Madre no hay más que una… Esa fue la lección que aprendieron unos niños que vieron a sus madres ser sustituidas por otra según sus criterios de lo que sería la mamá ‘perfecta’.
Al ver que el experimento podría tener consequencias permanentes, los niños reaccionaron y se dieron que no cambiarían a sus madres por ninguna otra y aprendieron que la mamá perfecta es la que ya tienen en sus corazones.
0 comentarios:
Publicar un comentario