- Día 0 – Llegada a Sarria: 08/08/2011: nuestro viaje comenzaba, cogimos un vuelo de Madrid a Santiago de Compostela y cometimos el error de visitar la plaza del Obradoiro…no lo hagáis…si podéis evitar eso mejor, más alegría os dará a la llegada a Santiago el ver lo bonita que es. Nos reunimos con los demás amigos que ya estaban allí y comimos juntos. Luego cogimos un autobús hacia Sarria donde comenzaba nuestra primera etapa.
Habíamos reservado en un albergue privado por lo que no había problema esa noche de donde dormir. La sorpresa fue bastante grande cuando un amigo que llegaba antes a Sarria dijo que nuestro albergue estaba a 5 km de Sarria…por lo que tendríamos que coger un taxi al llegar y otro por la mañana para empezar la etapa desde Sarria. Estuvimos pensando y preguntando y en Sarria había un polideportivo habilitado para los peregrinos y para allá que nos fuimos…por 3€ podías pasar la noche en el polideportivo, te dejaban un colchón y había duchas. Así que nos decantamos por esa opción y tuvimos que desechar nuestro albergue privado (por suerte no perdimos dinero).
A la larga fue mejor porque comenzamos a vivir la experiencia de dormir en sitios incómodos y sobre todo a respirar el ambiente peregrino que había pese a que no habíamos empezado todavía el camino. Todavía estábamos expectantes porque no sabíamos cómo era todo pero teníamos mucha ilusión por empezar a andar. Fuimos a comprar algo de desayuno para el día siguiente: un bollo, un zumo y aparte yo me compré un pañuelo que me acompañaría durante todo el viaje que colgué en mi mochila junto con la concha que nos habíamos comprado todos en Santiago.
Era un pañuelo rojo en el que se leía una frase que más tarde empezaría a tener su significado real: “Sin dolor no hay gloria”.
Habíamos reservado en un albergue privado por lo que no había problema esa noche de donde dormir. La sorpresa fue bastante grande cuando un amigo que llegaba antes a Sarria dijo que nuestro albergue estaba a 5 km de Sarria…por lo que tendríamos que coger un taxi al llegar y otro por la mañana para empezar la etapa desde Sarria. Estuvimos pensando y preguntando y en Sarria había un polideportivo habilitado para los peregrinos y para allá que nos fuimos…por 3€ podías pasar la noche en el polideportivo, te dejaban un colchón y había duchas. Así que nos decantamos por esa opción y tuvimos que desechar nuestro albergue privado (por suerte no perdimos dinero).
A la larga fue mejor porque comenzamos a vivir la experiencia de dormir en sitios incómodos y sobre todo a respirar el ambiente peregrino que había pese a que no habíamos empezado todavía el camino. Todavía estábamos expectantes porque no sabíamos cómo era todo pero teníamos mucha ilusión por empezar a andar. Fuimos a comprar algo de desayuno para el día siguiente: un bollo, un zumo y aparte yo me compré un pañuelo que me acompañaría durante todo el viaje que colgué en mi mochila junto con la concha que nos habíamos comprado todos en Santiago.
Era un pañuelo rojo en el que se leía una frase que más tarde empezaría a tener su significado real: “Sin dolor no hay gloria”.
0 comentarios:
Publicar un comentario