jueves, 22 de diciembre de 2011

Carta de despedida de Gabriel García Márquez

"Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo y me regalara un trozo de vida, posiblemente no diría todo lo que pienso, pero en definitiva pensaría todo lo que digo.

Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan.

Dormiría poco, soñaría más, entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz. Andaría cuando los demás se detienen, despertaría cuando los demás duermen. Escucharía cuando los demás hablan y cómo disfrutaría de un buen helado de chocolate!

Si Dios me obsequiara un trozo de vida, vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol, dejando descubierto, no solamente mi cuerpo, sino mi alma.

Dios mío si yo tuviera un corazón, escribiría mi odio sobre el hielo, y esperaría a que saliera el sol. Pintaría con un sueño de Van Gogh sobre las estrellas un poema de Benedetti, y una canción de Serrat sería la serenata que les ofrecería a la luna. Regaría con mis lágrimas las rosas, para sentir el dolor de sus espinas, y el encarnado beso de sus pétalos...

Dios mío, si yo tuviera un trozo de vida... No dejaría pasar un sólo día sin decirle a la gente que quiero, que la quiero. Convencería a cada mujer u hombre que son mis favoritos y viviría enamorado del amor.

A los hombres les probaría cuán equivocados están al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen, sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse!

A un niño le daría alas, pero le dejaría que él solo aprendiese a volar. A los viejos les enseñaría que la muerte no llega con la vejez, sino con el olvido.

Tantas cosas he aprendido de ustedes, los hombres... He aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de subir la escarpada.

He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño, por primera vez, el dedo de su padre, lo tiene atrapado por siempre.

He aprendido que un hombre sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo, cuando ha de ayudarle a levantarse. Son tantas cosas las que he podido aprender de ustedes, pero realmente de mucho no habrán de servir, porque cuando me guarden dentro de esa maleta, infelizmente me estaré muriendo.

Siempre di lo que sientes y haz lo que piensas. Si supiera que hoy fuera la última vez que te voy a ver dormir, te abrazaría fuertemente y rezaría al Señor para poder ser el guardián de tu alma. Si supiera que esta fuera la última vez que te vea salir por la puerta, te daría un abrazo, un beso y te llamaría de nuevo para darte más. Si supiera que esta fuera la última vez que voy a oír tu voz, grabaría cada una de tus palabras para poder oírlas una y otra vez indefinidamente. Si supiera que estos son los últimos minutos que te veo diría “te quiero” y no asumiría, tontamente, que ya lo sabes.

Siempre hay un mañana y la vida nos da otra oportunidad para hacer las cosas bien, pero por si me equivoco y hoy es todo lo que nos queda, me gustaría decirte cuanto te quiero, que nunca te olvidaré.

El mañana no le está asegurado a nadie, joven o viejo. Hoy puede ser la última vez que veas a los que amas. Por eso no esperes más, hazlo hoy, ya que si el mañana nunca llega, seguramente lamentarás el día que no tomaste tiempo para una sonrisa, un abrazo, un beso y que estuviste muy ocupado para concederles un último deseo. Mantén a los que amas cerca de ti, diles al oído lo mucho que los necesitas, quiérelos y trátalos bien, toma tiempo para decirles “lo siento”, “perdóname”, “por favor”, “gracias” y todas las palabras de amor que conoces.

Nadie te recordará por tus pensamientos secretos. Pide al Señor la fuerza y sabiduría para expresarlos. Demuestra a tus amigos cuanto te importan.”

Si no lo haces hoy, mañana será igual que ayer. Y si no lo haces nunca tampoco importa.


Ponle acción a tus sueños. El momento es éste.
"

Gabriel García Márquez

2 comentarios:

Mª Angeles dijo...

He encontrado tu blog por casualidad, buscando cosas sobre Emilio Duró, y me ha parecido muy interesante. Acabo de matricularme en Pedagogía. Quizá ahora, con cuarenta años, es hora de hacer las cosas que siempre quise. A lo mejor es una locura, tal y como está el patio, pero el día que deje de soñar....dejaré de existir. Pensamientos como el de García Márquez son los que me ayudan a seguir adelante.
Te dejo otro pensamiento interesante.
" Si pudiera vivir nuevamente mi vida, en la próxima trataría de cometer más errores. No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más. Sería más tonto de lo he sido, de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad. Correría más riesgos, haría más viajes, contemplaría más atardeceres, subiría más montañas, nadaría más ríos. Iría a los sitios donde nunca fui, comería más helados y menos habas, tendría más problemas reales y menos imaginarios.
Si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano. Comenzaría a andar descalzo a principios de la primavera y seguría así hasta concluir el otoño. Daría más vueltas en un carrusel, contemplaría más amaneceres y jugaría con más niños.....si tuviera otra vez la vida por delante.........." Jorge Luis Borges.
Un saludo y buena suerte.

El blog que te hará pensar dijo...

¡¡Muy bueno Mª Ángeles!! Lo publicaré pronto, me ha encantado.

He estado viendo tu blog y tiene muy buena pinta. Veo que acabas de empezarlo como aquel que dice, te animo a que sigas con él.

Por cierto, como docente tengo que decir que tienes razón en lo del tiempo que es una causa del fracaso escolar en España.

Y a eso añadiría yo la cantidad de alumnos que tenemos en las aulas. ¿Por qué en Dinamarca y esos países tienen tanto éxito escolar? Porque tienen aulas con 20 alumnos como mucho...eso sí que es dar una clase y no con 34 como en España.

Los extranjeros se sorprenden cuando les decimos que tenemos a más de 30 alumnos en las aulas...eso es un sálvese quien pueda y no puedes atenderles como se merecen...pero mientras no se ponga más dinero en educación eso seguirá siendo así incluso peor si se siguen haciendo recortes...

¡Un saludo!

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