Querida Julia:
Te escribo ahora, mientras duermes, por si mañana ya no fuera yo el que amanece a tu lado.
En estos viajes de ida y vuelta cada vez paso más tiempo al otro lado y en uno de ellos, ¿quién sabe?, temo que ya no habrá regreso.
Por si mañana ya no soy capaz de entender esto que me ocurre. Por si mañana ya no puedo decirte cómo admiro y valoro tu entereza, este empeño tuyo por estar a mi lado, tratando de hacerme feliz a pesar de todo, como siempre.
Por si mañana ya no fuera consciente de lo que haces. Cuando colocas papelitos en cada puerta para que no confunda la cocina con el baño; cuando consigues que acabemos riéndonos después de ponerme los zapatos sin calcetines; cuando te empeñas en mantener viva la conversación aunque yo me pierda en cada frase; cuando te acercas disimuladamente y me susurras al oído el nombre de uno de nuestros nietos; cuando respondes con ternura a estos arranques míos de ira que me asaltan, como si algo en mi interior se rebelase contra este destino que me atrapa.
Por esas y por tantas cosas. Por si mañana no recuerdo tu nombre, o el mío.
Por si mañana ya no pudiera darte las gracias. Por si mañana, Julia, no fuera capaz de decirte, aunque sea una última vez, que te quiero.
Tuyo siempre
T.A.M.R.
2 comentarios:
Ay! así es el Alzheimer, este hombre aún se ha dado cuenta, hay quién no llega a comprender lo que le está pasando, hay quién tiene una naturaleza intrísecamente más rebelde contra la enfermedad que le mantiene en la negación. En fin, es muy triste, pero muy bella la reacción de este enfermo.
Simplemente el que no vive en carne propia esta enfermedad o alguien que la padezca no conoce lo que realmente se sufre, es lamentable que a muchas personas les toque esto, sin embargo, en los momentos de lucidez donde alguien que padece esta enfermedad puede regresar por un momento, definitivamente es un regalo.
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