"Ellos saben que cuando llegan a la puerta de clase, tenemos que hacer nuestro saludo", cuenta el profesor en una entrevista a ABC News.
Ha asegurado que cada apretón de manos es diferente, con movimientos personalizados inspirados en la personalidad del estudiante.
Todo comenzó con un simple saludo con dos estudiantes en el recreo, White asegura que en pocos días todos sus alumnos querían tener su propio apretón de manos. "Vi lo mucho que significaba para ellos, así que dije: ¡Adelante! ¡Vamos, todo el mundo!", ha confesado.
El profesor considera que esta es una estrategia para ganarse su confianza y que empiecen el día con ánimo. "A ellos les encanta hacerlo y sé qué movimiento hacer en cada momento porque tienen mucho que ver con su personalidad", asegura
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