En diciembre de 2014, el corazón de Stan Larkin no daba para más. Él y su hermano habían sido diagnosticados de miocardiopatía dilatada familiar, una enfermedad que va produciendo insuficiencia cardiaca lentamente.
Conseguir un trasplante de órganos no es algo sencillo. Simplemente no hay suficientes órganos disponibles para todo el mundo y cuando hablamos de órganos vitales, como el corazón, mucho menos. Por eso, los médicos le extirparon el corazón y lo engancharon a la máquina que, durante los próximos 17 meses, iba a bombear sangre por él.
Tras retirarle el corazón, Stan Larkin se convirtió en uno de los primeros pacientes en llevar el 'SynCardia Freedom' un dispositivo portátil de unos 6 kilos que usa un compresor para bombear sangre a través del cuerpo. Su hermano también usó una de estas máquinas pero consiguió el trasplante en 2015. Stan lo consiguió hace nada, en mayo de este año.
La máquina está diseñada para ayudar en caso de insuficiencia cardiaca total cuando los dispositivos diseñados para ayudar en la insuficiencia parcial ya no funcionan. Y este impresionante caso ha demostrado ser capaz de mantener a los pacientes vivos hasta que se disponga de un trasplante. Dar esperanza, salud y tranquilidad es el mejor uso que se le puede dar a la tecnología.
Fuente: xataka
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