Si pudiesemos recordarlo todo, tendríamos grandes problemas a medida que pasa el tiempo para realizar otras tareas más relacionadas con la concentración y la atención, ya que los recuerdos se apiñarían en nuestro pensamiento, causándonos graves trastornos, como le ocurrió al reportero ruso Solomon Shereshevsky, que fue estudiado a lo largo de treinta años por un famoso neuropsicólogo: Alexander Luria.
Shereshevsky fue en cierta ocasión reprendido por su jefe en su trabajo de periodista, por no coger notas en las reuniones. Él no entendía que hubiese que coger notas, pues era capaz de recordar palabra por palabra todo lo dicho en cualquier momento. Es así como su jefe se da cuenta de que no estaba delante de un individuo cualquiera, sino de alguien con una capacidad prodigiosa, así que se lo presenta a Luria, famoso neuropsicólogo muy interesado en el estudio de la memoria que sigue su caso a lo largo de mucho tiempo y comprueba que es capaz de repetir las listas aprendidas de complicadas operaciones matemáticas exactamente igual pasados hasta 15 años.
Shereshevsky era capaz de recordar todos los detalles de cualquier día de su vida con total exactitud.
Era una de las personas que sufren de un extraño mal, llamado hipermnesia, que las atormenta al impedirles olvidar siquiera el hecho más insignificante de sus vidas.
Al final Shereshevsky terminó actuando por bares y ferias demostrando su gran dote memorística pero fue algo que no le satisfizo del todo. Cuando se cansó de ello, fue taxista hasta que murió en 1958.
La conclusión neurológica que sacaron fue que el proceso de "olvidar" ciertas cosas que realiza el cerebro es muy útil para llevar una vida normal.
0 comentarios:
Publicar un comentario