Gabrielle Andersen cambia la historia del Maratón Olímpico con esta hazaña. Casi no puede con su cuerpo y los médicos no podían intervenir porque sino era descalificada por lo que la pedían que abandonara.
Ella no abandonó y siguió tambaleándose hasta entrar en la meta y desplomarse en los brazos de los médicos.
Un ejemplo de superación.
1 comentarios:
Muy bueno!Los pelos de punta!
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