No tenía que hacer gran cosa, simplemente cuidar la clase porque ya tenían trabajo que había dejado el profesor.
El caso es que les he dicho que si se portaban bien les hacía un truco de magia...y al final se lo he hecho y les he adivinado el número que estaban pensando y ellos "alaaaaaaaaaaaaa", "este seguro que no lo adivinas que es muy grandeee", "ya verás voy a coger un millón y no lo vas a adivinar" jejeje, y al final de la clase me viene alguno a hacerme algún truco de números que se sabían...más majetes los críos...
El caso es que todavía tienen esa inocencia en los ojos...todavía no tienen esa picardía, o esa maldad en que se les convierte alguno...son todavía niños inocentes que se creen lo que les dices y les interesa mucho todo y lo ven fascinante.
Creo que puede ser una de las mejores edades para enseñarles las bases que luego usarán en cursos anteriores porque absorben todo súper rápido y con ganas sobre todo que es lo importante...todo esto de la "motivación" de los alumnos y que los profesores tenemos que buscar cosas que les motiven con estos "enanos" no hace falta porque están motivados de por sí.
¿Y si me cambio a primaria a dar clase? je...
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