martes, 8 de noviembre de 2011

¡Oh capitán mi capitán!



Este fragmento de la película "El club de los poetas muertos" me gusta de forma especial.

Es una película muy motivadora de un grupo de alumnos en un colegio privado con un profesor un tanto diferente...

Y esta escena, cuando se va el profesor del colegio, siempre queda en las retinas de quien la ha visto en la que se suben a la mesa los alumnos y dicen "¡Oh capitán mi capitán!".

Creo que todos los profesores que hemos visto esta escena "soñamos" con que algún día al despedirnos los alumnos nos hagan algo así...algo que diría que hemos hecho bien nuestro trabajo.

A mi no me pasó esto pero en los dos colegios en los que he estado sustituyendo a profesores me ha pasado que las despedidas han sido bastante buenas y creo que me pude sentir como Robin Williams en esta escena.

En la primera sustitución que tuve, el último día de clase, todo el pasillo de secundaria se puso a aplaudirme cuando terminé de dar mi última clase e iba pasando por las puertas de todas las clases...lo hicieron un poco por armar barullo, y otro poco porque supongo que les habría gustado algo como profesor...

En la segunda sustitución mi tutoría de 4º me hizo un montaje en un vídeo que me pusieron, me regalaron una carta y un par de polos y yo les leí un discurso muy emotivo sobre el año que habíamos pasado juntos con el que alguno soltó alguna lagrimilla...

Fueron los dos momentos más emocionantes en mi corta etapa como docente que hacen que los días malos de esta profesión, que no son pocos (sobre todo cuando eres el sustituto), valgan la pena y sientas esa satisfacción por saber que estás haciendo bien las cosas...

Así que esas cartitas que te ha escrito algún alumno, esa foto que te ha dado, ese regalito que te ha hecho...guárdalos todos en una caja...para que el día que estés de bajón, tengas un grupo malo o pienses que no puedes más, veas que tu trabajo vale la pena y por esos chicos vale la pena el seguir para adelante.

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