Aquí os dejo una historia de motivación, esfuerzo y superación.
Julie Moss es una triatleta estadounidense que participó en la edición del Ironman de Hawaii en 1982. Era una estudiante universitaria de 23 años de edad, y que había entrenado algunos deportes en su escuela y la universidad, pero siempre había estado entre las de más bajo rendimiento.
Puntualicemos que el Ironman es una de las pruebas más duras y exigentes que hay ahora mismo en el triatlon (aunque también está el Ultraman que eso ya es para máquinas sobrehumanas...) que consiste en: 3,86 km de natación, 180 km de ciclismo y 42,2 km (una maratón) de carrera a pie. Es decir, una auténtica animalada.
Durante aquella carrera en Hawaii, fue liderando todas las pruebas, sin embargo por falta de conocimiento nutricional, cometió el error de no reponerse bien de agua y comida, por lo que empezó a deshidratarse en la maratón, teniendo complicaciones pasada las ocho millas del trote.
Ya finalizando la prueba, faltando dos millas para la meta, las complicaciones físicas y la deshidratación llegaban al extremo, por lo que comienza a caminar y caerse repetidamente, después comienza a arrastrase para llegar a la línea final, sin dejar que nadie la ayudase para cumplir su propósito, momento en que la atleta Kathleen Mcartney, la adelanta.
Aquella lucha para poder terminar la carrera fue difundida alrededor del mundo en vivo por la TV, hecho que la convirtió en una leyenda del triatlón, una heroína para algunos, y una inspiración para mucha gente que decide preparase para este duro deporte, entre ellos, Mark Allen (quien sería su futuro esposo y ganador seis veces del Ironman de Hawaii), que por este hecho decide entrenar para correr Hawaii.
De ahí que se use dentro de los corredores del Ironman esta frase que lo define muy bien:
"Terminar un Ironman ya es una victoria"
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