martes, 19 de junio de 2012

¿Por qué aborrecen el cole los adolescentes?

Aquí os dejo un artículo llamado "¿Por qué aborrecen el cole los adolescentes?" en el que se incluyen muchas opiniones de alumnos sobre el sistema de educación de hoy en día: memorizar cosas que no les sirven para nada, trabajar las emociones y saber gestionarlas, fomentar la creatividad, etc.


Está claro que son adolescentes y hay que filtrar un poco lo que dicen, pero ellos son los que mejor pueden decir cómo funciona el sistema educativo que son hacia los que está dirigido.

Estoy de acuerdo en ciertas cosas que dicen acerca de la Inteligencia Emocional que no se trabaja en el colegio y cómo la adolescencia es una de las etapas más complicadas del ser humano en el que tenemos mil dudas, se nos compara, queremos pertenecer a un grupo, a veces el grupo nos obliga a hacer cosas que no queremos pero las hacemos por no quedarnos solos, no estamos a gusto con nuestro cuerpo, comienza a cambiar y nos sentimos raros...en definitiva no somos felices.

Aquí os dejo un trozo del artículo que dice un chico:
"En el colegio nos enseñan a ser obedientes, correctos y educados.[...]Pero me doy cuenta de que el mundo está mal hecho. ¡Está todo patas arriba! Entre tantas cosas materiales nos hemos olvidado de lo más importante. La gente no es feliz.[...] No nos dan herramientas para utilizarlas cuando tenemos problemas, para saber superar nuestros obstáculos.[...] No nos enseñan a ser felices de verdad. "

"¿De qué sirve sacar excelentes notas si no te conoces a tí mismo?" Iahel Piera (14 años, 3º ESO)

"He decidido que no voy a seguir malgastando mi vida tratando de agradar a los demás" Judith Subirats (17 años, 2º BACH)

"Siento que me obligan a memorizar cosas que no sirven para nada" Elena Nöelle (17 años, 2º BACH)

8 comentarios:

Ana María dijo...

Para mí, ahora (26 años), ser adolescente se parece mucho a tener Síndrome Premenstrual, pero sin razón aparente: lloras, chillas, estás feliz y al momento irritado, y no le encuentras sentido a las cosas.

A muchos adultos los dejaba yo frente a un grupo de 2º de ESO, y que les respondiera a sus inquietantes preguntas sobre la vida. Les iba a dar la risa floja, y querrían salir corriendo.

Susi dijo...

Pues yo he sido muy muy feliz en la adolescencia, la mejor epoca de mi vida sin duda. Pero también es que ahora los padres no están con sus hijos, sólo trabajando y les dan todo lo que piden, por eso no valoran nada, ni tienen apenas sueños, porque lo tienen casi todo y esperan que en la escuela les resuelvan la papeleta, pero la educación empieza desde casa.

Diana Alonso dijo...

A mí esta generación me da muchísima pena... Están muy perdidos: educados con unos valores de la época de la Revolución Industrial totalmente arcaicos en nuestro mundo actual; con familias ausentes casi por obligación; sin objetivos en la vida...

Para muestra un botón: el otro día hablábamos con un primo de 8 años, diciéndole que tenía que estudiar para tener una carrera como su primo mayor, y en esto se nos queda mirando y suelta: "mucha carrera pero está en paro y mi padre que no estudió tiene un buen trabajo".

Si la educación antiguamente era el camino para un buen trabajo, ahora eso ya no funciona, habría que buscar otro enfoque y otro tipo de educación.

El blog que te hará pensar dijo...

Estoy de acuerdo Susi, los padres no están con sus hijos y les dan mucho, los niños tienen que aprender a llevarse chascos y a superarlos, y en el colegio les podemos enseñar e incluso muchos profesores intentamos transmitirles valores y educarles, pero necesitamos un trabajo de base de casa, sino es complicado.

Hombre, eso último que dices Diana tiene muchos puntos de vista y yo sigo pensando que quien tiene una formación llegará lejos y conseguirá trabajo...hay casos y casos y más ahora en esta época pero yo sigo transmitiendo ese mensaje a mis alumnos.

¿Qué se te ocurre a ti si no es la educación?

KrmenBM dijo...

Sin duda es necesaria la formación para desenvolverse en la vida, pero no sólo en su estricto sentido académico. Hay que dotarla de más contenidos y objetivos para que no se convierta en el trámite para conseguir un buen trabajo. Aquí es donde toma parte ese interesante mundo de la inteligencia emocional. Debe resultar atrayente no por el fin, sino por la experiencia en sí, ya que el fin no es el mismo para todos, e incluso se puede comenzar la enseñanza secundaria con un fin y a medida que uno se implica con la experiencia, este fin puede cambiar.

A mi generación (31) nos "vendieron la moto" de que había que ser buen estudiante para conseguir un buen trabajo y sobre todo: poder elegirlo ... crash! error del sistema! No sé si os pasa, pero en mi caso, me siento defraudada por los años invertidos en formación, esfuerzo y sacrificio. Pero no me doy por vencida porque no creo que no haya un lugar en el mundo donde mi trabajo no se valore mejor que hasta ahora.

Volviendo a los adolescentes de ahora y su falta de implicación en su formación. Que tengan la carencia de tiempo con los padres, lamentablemente no depende sólo de los padres, sino de unos horarios laborales que permitan la conciliación familiar. Nos encontramos con generaciones que necesariamente tienen que "madurar" en un momento que no les corresponde y esto choca con la excesiva sobreprotección de los padres...ahí es donde todo se desmadra. No es nada malo que los jóvenes aprendan a ser independientes y autónomos antes, pero esto se tiene que empezar a trabajar temprano. No vamos a volver atrás, a que mamí o papi esté en casa con ellos...hay que adaptarse a la situación y atacar el problema en la raíz.

En mi pasada experiencia de las prácticas del máster no podía evitar ir estableciendo semejanzas y diferencias con aquellos días de alumna. A rasgos generales, para no extenderme más con el comentario, lo resumiré en una imagen mental. Ambos son dos globos, aparentemente iguales...solo que éste, el actual, está más hinchado y a punto de estallar.

Susi dijo...

Estoy muy de acuerdo con el comentario de krmenbm , todo cambiaría un poco, si los padres pudieran conciliar vida familiar y laboral y si fuesen menos sobreprotectores, también pienso que deberían implantar una asignatura para viajar, que conozcan otras culturas, menos teoría y más práctica en los institutos.

Alberto Fernández dijo...

¿Cómo va a saber enfrentarse un adolescente a todo el torrente de emociones que la pubertad supone? Es que es muy difícil. La educación falla desde las primeras edades y luego se convierte en algo mucho peor. No queremos ver que no se trata de un problema de conocimientos, sino de transmisión de conocimientos y sobre todo, de gestión de las emociones.

Cada vez que se habla de estos temas soy muy pesado con lo mismo, pero es que hay que tomar conciencia de ello, o cambiamos y realizamos una ruptura disruptiva en toda la enseñanza, o estaremos abanados al fracaso en todos sus sentidos: academico y personal.

Un abrazo Pablo.

Diana dijo...

Exactamente, quería decir lo que detalló krmen; ¿cómo no voy a defender que la educación es la base de todo? Sin embargo estudiar debe hacerse de forma consciente, sabiendo que puede resultarte en un buen puesto futuro o no, pero que es lo único que nos hace personas: desarrollar nuestra inteligencia como camino de crecimiento personal.

A veces miro a mis alumnos y no veo más que chicos obligados a estudiar... Y les digo que en ciertos países los críos pasan verdaderos calvarios para poder ir a la escuela porque les "gusta" aprender; entonces me miran alucinados...

El verdadero cambio debe darse en el seno de las familias; yo quiero pensar en que llegará un momento en que todos los padres aprendamos las pautas necesarias y consigamos guiar a nuestros hijos en el camino del aprendizaje con gusto y afán de conocer.

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