martes, 2 de abril de 2013

William Wallace, el héroe escocés que rompe 5 mitos sobre el liderazgo

Se habla mucho de este tema y frecuentemente se confunde liderazgo con algunas otras cosas. ¿Qué, verdaderamente, es el auténtico liderazgo? ¿Qué hace que un líder sea tan especial? En este extracto de la película “Corazón valiente” (Braveheart) William Wallace, héroe nacional escocés, se pone al frente de sus paisanos y los arenga para la lucha.

Los nobles quieren negociar, pues los ingleses los superan en número; la gente se quiere ir: “Huiremos y viviremos”, dice alguien. ¿Qué hace Wallace? ¿Cómo demuestra que es un líder?

John C. Maxwell, experto orador y escritor sobre este tema (Las 21 leyes irrefutables sobre el liderazgo), dice que hay 5 mitos sobre el liderazgo.


 Veamos:

Primer mito: la gerencia


Muchas veces se asume que gerencia y liderazgo es lo mismo. La diferencia principal entre las dos cosas es que el líder influye en la gente para que lo siga, mientras que el gerente se enfoca en los sistemas y procesos de mantenimiento.

La mejor forma de probar si una persona es líder en vez de gerente, es pedirle que haga algunos cambios positivos. Los gerentes pueden mantener el rumbo, pero no pueden cambiarlo. Para cambiar el rumbo de las personas, usted necesita influenciarlos. Ésta era la falla de los nobles en la historia, no tenían influencia sobre el pueblo.

Segundo mito: el empresario


Con gran frecuencia la gente supone que todos los vendedores y empresarios son líderes. Pero no siempre es así. Puede haber alguien muy emprendedor, innovador, y exitoso, especialmente si se mide el éxito logrado por las ganancias que obtiene, incluso la gente puede estar comprando lo que esta persona vende, pero no lo sigue. En el mejor de los casos, él puede persuadir a la gente por un momento, pero no tiene influencia sobre ellos a largo plazo.

Se puede decir que los nobles eran empresarios, su interés era cuidar de su patrimonio y por eso estaban interesados en negociar con Inglaterra, para conservar sus tierras y títulos. El pueblo lo sabía, los siguió hasta el campo de batalla porque sus intereses también estaban en juego, pero no podían persuadirlos a entregar sus vidas por una causa que no era suya.

Tercer mito: el conocimiento


Sir Francis Bacon dijo: “El conocimiento es poder”. Mucha gente cree que el poder es la esencia del liderazgo, pero poder e influencia no van de la mano, por lo que no se debe suponer que los que poseen conocimiento e inteligencia son líderes naturales.

En la historia, los nobles eran los únicos educados, los que habían asistido a universidades en el extranjero, hablaban varias lenguas y se codeaban con reyes. Pero a pesar de todos sus conocimientos no lograban calar hondo en el alma de la gente, no tenían influencia sobre ellos.

Cuarto mito: el precursor


Otro concepto erróneo es que todo el que está frente a la multitud es un líder. Pero ser el primero no siempre es lo mismo que ser el líder. Para ser líder, una persona no sólo debe ir al frente, sino que también debe tener gente que intencionadamente viene detrás de ella, sigue su dirección, y actúa sobre la base de su visión.

Wallace tenía una visión, les preguntó directamente:” ¿Qué harían sin libertad?, ¡pueden quitarnos la vida, pero nunca podrán quitarnos nuestra libertad!, ¡Alba go bragh!”, (“Por siempre Escocia” en gaélico).

Él se identificó con lo que ellos eran, les habló en su lengua, les plantó un sueño en la cabeza, para que cuando pasaran muchos años y murieran en sus camas no se arrepintieran de lo que iba a pasar allí. Y ellos lo siguieron intencionadamente, se fueron detrás de su visión.

Quinto mito: la posición


Como ya se dijo, el peor de todos los conceptos erróneos acerca del liderazgo, es que se basa en la posición. Pero no es cierto. Stanley Huffty afirmó: “No es la posición lo que hace al líder; es el líder quien hace la posición”.

Steve Jobs es conocido por su trabajo impresionante en Apple, pero pocos saben que por problemas con la cúpula directiva de la empresa que él mismo fundó, fue despedido de en 1985. Jobs vendió entonces todas sus acciones, salvo una. Regresó en 1997 a la compañía, que se encontraba en graves dificultades financieras, y fue su director ejecutivo hasta el 24 de agosto de 2011. En ese verano Apple sobrepasó a Exxon como la empresa con mayor capitalización del mundo.

Lo que sucedió fue resultado de la Ley de la Influencia. Jobs perdió su título y su posición, pero siguió siendo el líder.

En nuestra historia, Wallace es traicionado, torturado y ejecutado, pero después de su muerte el rey Bruce toma su lugar y motiva al pueblo diciendo: “Sangraron con Wallace, sangren conmigo”, y vence en la Batalla de Bannockburn (1314) a un ejército inglés superior en número. Escocia ya es libre.

¿Conclusión? Liderazgo es igual a influencia, y el multinivel es el lugar ideal para influir en otros: clientes, patrocinados y colegas, y eso es lo que hace a este trabajo tan especial y que lo llena a uno de tanta responsabilidad, desarrollar la habilidad de influir en otros es adquirir el poder de cambiar vidas.

Fuente: Manuelgross

0 comentarios:

Publicar un comentario