Existen muchas iniciativas para cuidar el bienestar emocional y desarrollar la dimensión afectivo-sexual de los alumnos en las escuelas. Para que sean eficaces no pueden limitarse a actividades puntuales o debates a la vieja usanza. Deben apostar por crear ambientes de confianza donde se fomenten de forma activa y abierta, relaciones de intimidad, compromiso, lealtad y cariño. Tienen que ayudarles a conocerse a sí mismos en profundidad y con realismo, y a aprender a afrontar la adversidad y las dificultades con coraje y fortaleza. Deben crear espacios para que se expresen y manejen los lenguajes verbales y no verbales que necesitan para enriquecer sus relaciones interpersonales. Y cuidar su cuerpo como el rostro, que no un mero instrumento, de su identidad personal.
Seguro que los alumnos de mi amigo tardarán más en olvidar esta clase que la pizarra llena de ejercicios. De hecho, las fórmulas se ven detrás de las composiciones corporales que los chicos y chicas representan en el simulado escenario, y puede que, con suerte, acaben relacionando ambas cosas. Y así demuestren que estimular la cabeza no es incompatible con educar el corazón."
Carmen Pellicer Iborra
Fuente: blog
2 comentarios:
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